miércoles, 2 de septiembre de 2009

...

a veces quisiera que al menos tu sombra me tocara

que saliéramos de nuestras madrigueras.

me estoy llenando de historias para no contar

de nietos que no tendré

de inviernos que…

las paredes se cargan de ojos furtivos

de repercusiones de besos

ellas, las que captaron los labios

unidos brevísimamente

sin siquiera alcanzar a cerrar el pacto

dejando ensueños

clavando deseos que no.

busco, busco en los rincones

y en ocasiones te encuentro

y me entran unas ganas de tapiar la esquina

para que no escape ni un aliento

sellar nuestras bocas

para que nada nos suelte

que haya un campo electromagnético

donde se mate quien trate de interponerse

pero me engaño:

las espaldas tienen sus imanes

los que no saben no sufren

la ceguera no tiene conciencia

en cambio, yo estoy al tanto de todo

y tú, que merodeas mi cuerpo en la tiniebla

que atraviesas mi piel brumosa

en cualquier momento

y sin que nadie más que yo se entere

puedes arrepentirte

regalándome tus ojos de tierra

dándome deliberadamente tu espalda

para que yo acaricie las cenizas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué agradable sorpresa ver que has vuelto a publicar, Paco...


Emilia Eloísa.

Anónimo dijo...

me encanto. algo triste, pero la mayoria de los poemas son asi, aunque este tiene un toque especial. escribes muy genial!


// sin perder la costumbre //

Anónimo dijo...

todavia perdido en ese mal sueño? //

svankmajerovo dijo...

Todavía :S