lunes, 23 de noviembre de 2009

Me estoy volviendo un experto en perder el tiempo

se me cae de los bolsillos mal cosidos

o lo dejo olvidado en una botella

no distingo entre noche y… noche

la vida pasa a mi lado y azota la puerta al salir

sin avisar o dejar una nota breve diciendo cuándo vuelve

pero hablamos del tiempo

a veces lo encuentro cuando dices que hay que dormir

aunque no dormimos

sólo caemos como piezas de dominó

en la cama

y es ahí donde cuento tus palpitaciones

tus suspiros

y digo:

tantos pulsos son un minuto

tantos una década

mas luego caigo en la cuenta de que no sé sumar

que volví a perder el tiempo

como cuando hice de tu cuerpo un reloj de sol en un día nublado

y me digo: ay Francisco

al rato vas a perder la risa

las vocales el aire…

pero hablamos del tiempo

mis manecillas giran al revés

son zurdas

y una tiene baja autoestima por gorda y por lenta

trato de calmarla: que no haga caso que el metabolismo que…

pero se pone en un plan que ni quiere dar la hora

vivir sin tiempo es como besar sin labios

es caminar sin pasos

parar la lectura justo a la mitad de un libro en blanco

suelo refugiarme en álbumes de fotos

ahí está el tiempo pero es un tiempo pasado

caduco

por si acaso tengo sus retratos colgando en los pasillos

para no olvidar su rostro

mas tal vez ahora esté calvo

o se haya dejado crecer las barbas

se me ocurre un chiste: ¿En qué se parece mi tiempo a la mantequilla?

pero es malo, simple y obvio

en fin mi vida es como el chiste

una pérdida de tiempo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Será que todos quieren volar

palpar las nubes como palpan su sexo

tocar el fondo del cielo

donde ya no hay azul

y estallar como fuegos de artificio

pero yo no

yo quiero caer

tropezar con una piedra en el centro terrestre

y hundirme en la tierra

comer la tierra

ver tierra

hacerme lodo

y nunca subir

o

si ya no hay remedio

quedarme estático

pero eso sí

pensando en la caída.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Con el grito del sol en los ojos

empiezo mi jornada de angustia

despejo la mente en mi mesa

despliego el mapa de recuerdo

y voy arrugando

-centímetro a centímetro-

tu voz

tu sonrisa

un cabello

cada doblez es un grito opaco

que se pierde al producirlo

Coloco un platillo de asfixias

allá en el patio

tal vez las palomas las digieran…

o los gusanos

al volver y al llevarlo supongo

caen migajas de ti

supongo porque no me fijo

pero de pronto en un cajón

en la ropa

o en el mercado

encuentro trocitos tuyos

que sacudo o soplo

Si te escondes dentro

te acomodas

pierdo sangre

y aparece una muerte recién nacida

que no sé si vaya a quedarse.



Zac, noviembre 2009