viernes, 11 de septiembre de 2009

Tras de ti

Tras tus ojos se esconde un mundo

que cambia como crisálida en un parpadeo


Te he dejado, sí, porque de mí te has olvidado


Tras tu cabellera donde se enredan las uvas

hay un cielo inexplorado en que habitan,

aves de largas y liadas plumas,

tus pensamientos


Yo he habitado tus ojos y anidado en tu cabello


Y ahora que he mudado tanto de mundo

como de risa

paso mi tiempo recorriendo mi memoria

dando vueltas sin topar con la puerta a gis

tal vez borrada por el viento el sol o el sueño

mas sigo perinola sin descanso

con la maleta abierta abandonando migajas de ropa

pisadas por más pisadas

gastando mis zapatos en el rastro negro

de caracol herido

perdido en un bosque intacto


Despreocúpate, puedo seguir descalzo


Anda y piérdete en otros ojos

ya los míos están en blanco

de tanto mirar y no ver nada

de tanto llorar un seco llanto


tú bien puedes mimetizar tus deseos

hundirte en otro anclado barco

al tiempo que yo sigo la búsqueda

de esa puerta que, probablemente,

nunca haya existido,

que nunca hayan trazado

la puerta de mi escape

la puerta de mi engaño


Despreocúpate, tras de ti está Todo


Zac., Zac. 2009

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Sucesión

Nada. Te abandono

doy uno y uno / dos / tres / cinco pasos

te dejo: sólo una octava vacía

vacía de tiempo

de luna

de corazón vacía

junto al trece de mi suerte

con el uno y el infinito en pie engastados


miércoles, 2 de septiembre de 2009

...

a veces quisiera que al menos tu sombra me tocara

que saliéramos de nuestras madrigueras.

me estoy llenando de historias para no contar

de nietos que no tendré

de inviernos que…

las paredes se cargan de ojos furtivos

de repercusiones de besos

ellas, las que captaron los labios

unidos brevísimamente

sin siquiera alcanzar a cerrar el pacto

dejando ensueños

clavando deseos que no.

busco, busco en los rincones

y en ocasiones te encuentro

y me entran unas ganas de tapiar la esquina

para que no escape ni un aliento

sellar nuestras bocas

para que nada nos suelte

que haya un campo electromagnético

donde se mate quien trate de interponerse

pero me engaño:

las espaldas tienen sus imanes

los que no saben no sufren

la ceguera no tiene conciencia

en cambio, yo estoy al tanto de todo

y tú, que merodeas mi cuerpo en la tiniebla

que atraviesas mi piel brumosa

en cualquier momento

y sin que nadie más que yo se entere

puedes arrepentirte

regalándome tus ojos de tierra

dándome deliberadamente tu espalda

para que yo acaricie las cenizas.